Es una obra de títeres que está estructurada en siete cuadros. Cada uno cuenta con un fondo musical, desde ritmos caribeños en situaciones divertidas hasta melódicos en momentos de ternura. No hay texto hablado. Vimos a un pícaro Cuervo haciéndole travesuras al titiritero. Un Bebé haciendo sus primeros descubrimientos del mundo. Un Elefante amaestrado por un payaso domador. Un Niño tímido pero con ganas de jugar con el público. Un Ratón que llega tarde a su cita y deberá reconquistar a su novia enojada. Una Dragoncita cuidando a su cría que aún no ha nacido. Y cerrando el espectáculo una Jirafa cantante.
Agradecemos la participación actoral de Enrique, quien nos trajo la delicadeza de sus títeres tan comunicativos, los cuales con sus gestos suplieron ampliamente el habla...
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